....................................................................................la vie à son meilleur

6.8.13

Guardados desde septiembre del 2012

-Papá, ¿estamos bien económicamente?
-Hay gente que la tiene peor. 
Esa fue la respuesta de mi papá hacia todo siempre. Hace dieciséis años que me dice lo mismo. 'Tranquila, hay gente que la tiene peor' ¿Y? Aunque haya gente que la tenga peor, eso no hace que el sentimiento de malestar desaparezca ni que las personas que la tienen 'peor' dejen de tenerla 'peor' y tampoco soluciona el problema existencial de que siempre va a haber alguien que lo tenga 'mejor' o incluso 'peor' que vos. Los dolores no son los mismos, los malestares no son iguales y eso no significa que mi malestar tenga menos peso que el de otro. 
A partir del dolor/sufrimiento se aprende la verdadera felicidad. La felicidad del alivio y la tranquilidad, la comodidad. Ese increíble sentimiento como el de haber llevado una mochila en los hombros por un largo rato y sacártela y volver a sentir tus hombros y sentirlos livianos. 
Mi dolor no cambia porque otro 'la tenga peor' ni 'la tenga mejor'. Los dolores son todos diferentes, es por eso que es tan difícil comprenderlos y adaptarse a ellos.


A veces también me pregunto por qué oculto el dolor, por qué sigo sonriendo si quiero llorar. Más de una vez estuve en la situación de tropezarme con la escalera o golpearme alguna parte del cuerpo con un mueble y a pesar de ese punzante dolor, seguir caminando, seguir de pie, como si no me doliera, como si nada hubiera pasado, para enterrar la vergüenza bien dentro de mi alma y enorgullecerme (¿enorgullecerme?) de aún habiendo caído, poderme levantar. Y no sé si es erróneo. Verdaderamente no lo sé. 

También estuve en la situación de encontrarme a mi ex novio por los pasillos de mi colegio y sonreír y reírme a pleno y caminar segura de mi misma aunque verdaderamente no esté ni feliz, ni tenga ganas de reírme ni de sonreír y probablemente ni si quiera esté segura de mi misma. Sólo me conformo con ver que él me ve feliz y que se pone feliz de verme feliz o que siente algo en el pecho/estomago que lo incomoda o acomoda. En realidad no lo sé. Sólo lo hago como un impulso y quizás sea difícil comprender cómo puedo estar tan feliz y tan triste al mismo tiempo. Casi tan difícil como comprender cómo puedo amar a alguien y odiarlo al mismo tiempo. Y quizás más difícil que comprender cómo no podemos elegir ser lastimados en este mundo, pero sí podemos elegir quién nos lastima.

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