....................................................................................la vie à son meilleur

16.8.13

Él

Inevitablemente tengo que odiarlo. Lo culpo de mi soledad, de mi miedo a las personas, de mi desconfianza en general, de mi despecho. Lo conozco, sé que no va a ser feliz con nadie porque ni siquiera es feliz consigo mismo.Una sola palabra hubiese bastado para salvarme. Una sola. Una llamada, una caricia, algo. Un indicio de preocupación, de que te importaba. De que querías que siguiera viva. Pero hiciste oídos sordos, te hiciste a un lado. No me escuchaste. Un simple “hola” me hubiera salvado. (No hubo holas aquella noche).